Trastornos de ansiedad

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¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un estado emocional que implica tres tipos de reacciones o síntomas de ansiedad:

  • Una respuesta fisiológica de alerta (aumento de la tensión arterial o el ritmo cardiaco).
  • Pensamientos negativos y de percepción de amenaza.
  • Conductas de evitación del peligro.

La ansiedad es un fenómeno psíquico ubicuo, omnipresente en los seres vivos. Sin ansiedad no hay vida o, dicho de otra manera, la ansiedad es inherente a la vida. 

Trastornos de ansiedad

Entonces, ¿cuándo la ansiedad constituye un trastorno?

Se considera que existe un trastorno cuando:

  • La ansiedad tiene una intensidad injustificadamente elevada.
  • Sigue un patrón disfuncional (o independiente de los factores provocadores esperables).
  • Y conlleva un impacto en la calidad de vida y la funcionalidad de la persona. Es decir, tiene una repercusión en la capacidad de esta para ejercer los roles y funciones que venía ejerciendo o que le corresponde por edad y desarrollo biográfico.

Causas de los trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad son los más prevalentes de todos los trastornos mentales, los más frecuentes hoy día (al menos en Occidente).

En la mayoría de los casos el trastorno comienza antes de los 25 años de edad y se asocia muy frecuentemente a otros trastornos como la depresión, el abuso de sustancias o a otro trastorno de ansiedad.

Con respecto a sus causas, parece existir una combinación de factores genéticos y biológicos, así como de eventos vitales y psicológicos durante el desarrollo de la persona que pueden conducir a una mayor predisposición a padecer estos trastornos. Desconocemos en detalle la neurobiología de estos trastornos, pero sí se han podido llegar a ciertas generalizaciones sobre sus causas.

En cuanto a los aspectos biológicos, se han identificado ciertas áreas cerebrales, así como diferentes neurotransmisores cuya desregulación parece estar correlacionada con una mayor vulnerabilidad a padecer trastornos de ansiedad.

Entre ellos, algunas estructuras cerebrales como el hipocampo o la amígdala parecen estar implicados y principalmente los neurotransmisores serotonina, noradrenalina o el ácido gamma-aminobutírico (GABA).

Entre los factores biográficos y psicológicos, destaca la exposición en la infancia a situaciones de abuso, negligencia o trauma, que claramente predisponen a padecer trastornos de ansiedad, entre otros trastornos. Otras explicaciones apuntan a fenómenos de condicionamiento (aprendizaje) o falta del suficiente desarrollo de habilidades para interpretar correctamente señales que proceden del cuerpo (señales somáticas).

Tipos de trastornos de ansiedad y sus principales características

Los dos principales manuales internacionales de clasificación diagnóstica (DSM y CIE) readaptaron la categoría de los trastornos de ansiedad en sus últimas actualizaciones (DSM-5 y CIE-11) e hicieron ambas clasificaciones similares. De tal manera, las entidades actualmente presentes en la categoría de trastornos de ansiedad en ambos sistemas diagnósticos son las siguientes:

· Trastorno de Ansiedad Generalizada

Caracterizado por miedo y preocupación casi constante y presente la mayor parte de los días, con clara repercusión en la vida de la persona.

· Trastorno de Pánico

Caracterizado por episodios inesperados, bruscos y repetitivos de elevada ansiedad que provocan miedo y preocupación a que vuelvan a suceder y evitación de las situaciones que pudieran desencadenarlo.

· Agorafobia

Caracterizado por miedo intenso a cualquier situación en que pudiera ser difícil escapar o ser atendido y evitación consciente de dichas situaciones. 

· Fobia Específica

Miedo e incomodidad exagerados o desproporcionados ante ciertas situaciones u objetos que no representan un peligro tal (arañas, altura, volar, etc).

· Trastorno de Ansiedad de Separación

Se caracteriza por ansiedad y miedo elevados ante la posible separación de figuras de apego y la evitación de dicha separación.

· Mutismo Selectivo

Incapacidad para expresarse mediante el habla en determinado contexto (por ejemplo, ante un tribunal de oposiciones o en el colegio) pero sin dificultad para hacerlo en otras situaciones (por ejemplo, en casa).  

· Fobia Social (o Trastorno de Ansiedad Social)

Ansiedad ante las situaciones sociales en general y temor a ser observado por los demás como ansioso. Estas situaciones son evitadas o simplemente soportadas con intenso malestar.

Los trastornos obsesivo-compulsivos, así como de los trastornos relacionados con el estrés, como el Trastorno de estrés post-traumático (que guardan estrecha relación con los t. de ansiedad) han sido clasificados por separado y no incluidos en la categoría de t. de ansiedad en la más reciente versión de ambas clasificaciones, cuando previamente sí estaban.

En el DSM-5, pero no así en la CIE 11, se añaden los diagnósticos de trastorno de ansiedad inducido por substancias/medicación así como el t. de ansiedad debido a otra condición médica.

¿Se curan los trastornos de ansiedad?

Con el avance de los tratamientos farmacológicos y de la psicoterapia se logran grandes tasas de recuperación y un buen control de los síntomas.

Si bien históricamente se ha considerado a los trastornos de ansiedad como trastornos leves, esto no es del todo correcto en un porcentaje relativo de los casos. Los trastornos de ansiedad tienen, desgraciadamente, la tendencia a cronificarse, pudiendo persistir por largos periodos de la vida. Pueden ser debilitantes hasta el punto de que son una causa común de absentismo laboral, reducción de la productividad, bajas médicas y gasto sanitario.

Una evaluación temprana de los síntomas y un correcto manejo y tratamiento son cruciales a la hora de mejorar el pronóstico. Los casos que permanecen sin tratamiento tienen, por norma, peor evolución.

¿Cómo se trata la ansiedad?

El tratamiento de los trastornos de ansiedad incluye las intervenciones no-farmacológicas así como las farmacológicas.

Dentro de las primeras encontramos distintos tipos de psicoterapia (destaca la terapia cognitivo conductual por su eficacia empíricamente demostrada). También son de utilidad la aplicación de técnicas de relajación y otras formas de terapia conductual.

En cuanto a los tratamientos farmacológicos, son los fármacos ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) los más utilizados. También es común la prescripción de Benzodiazepinas, de Hipnóticos, de otros antidepresivos así como de otros fármacos con indicación en estos trastornos, como la Buspirona o antagonistas B-adrenérgicos como el Propranolol.

Normalmente es la combinación acertada, en base a las necesidades particulares del paciente, de fármacos y de intervenciones terapéuticas la que en el transcurso de un correcto seguimiento permiten primero el alivio de síntomas, después la remisión del cuadro y finalmente su resolución completa tras un cierto tiempo, en los casos más favorables.

Cuando ciertos síntomas persisten o si el cuadro clínico no remite del todo es necesario ayudar al paciente a minimizar el impacto que la ansiedad tiene en sus relaciones, en sus proyectos y en su vida en general. La adecuada supervisión del tratamiento y la prevención de problemas derivados de este, como la dependencia a BZD o los efectos adversos, es una ayuda fundamental que se ha de prestar al paciente durante todo el seguimiento.

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© Todos los derechos reservados. Samon Psiquiatría.

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