Se entiende que aquí voy a describirles lo que se debería encontrar el paciente y su familia en una consulta de psiquiatra, los principios básicos y fundamentales de una correcta práctica clínica.
Primeramente, es importante atender al contexto y al encuadre. El contexto se refiere a la ubicación donde se realiza la entrevista. No es necesario que se realice en una consulta de un centro médico o de un hospital, puede realizarse en el domicilio del paciente, en una sala de una empresa o de una universidad habilitada para ello, o incluso en un espacio público como un parque. Lo que sí es imprescindible es que se respete la privacidad del paciente, que nadie ajeno a la entrevista pueda oír lo que se dice durante esta y que exista la suficiente comodidad y el confort para hablar durante 40 a 60 minutos.
Lamentablemente, cada vez observo más consultas y clínicas en las que no se garantiza un aislamiento acústico que proteja al paciente y al profesional de ser escuchados desde, por ejemplo, las salas de espera.
El encuadre hace referencia a las condiciones y la estructura que organizan la evaluación y la intervención del profesional. Es importante acordar el profesional en particular que le va a atender, con qué objetivos, si es pertinente o no que venga la familia y en qué situaciones, la periodicidad de las sesiones, etc.
Es una queja común de pacientes y familiares que, en los servicios públicos de salud mental, haya cambios constantes de profesional (en este caso, de psiquiatra), aparezcan y desaparezcan médicos residentes y estudiantes de medicina, cambios de cita sin previo aviso, o una ausencia total de objetivos explícitos del porqué uno va a terapia, por ejemplo.
En estos tiempos que corren, es importante recordar la importancia de la educación en el trato con el paciente. Es evidente, pero me veo obligado a recordarlo, las normas de cortesía exigen que a usted le traten amablemente en todo momento, lo inviten a pasar a la consulta sin meterle prisa, le indiquen educadamente donde sentarse y mantengan una actitud de escucha activa, no moralista, despectiva ni arrogante.
No creo que a nadie le sorprenda si digo que es común acudir a consulta y que lo atiendan a uno con cierto retraso. No hay nada de extraño en eso, lo llamativo es que es fácil que nadie se disculpe por ello. Y, por desgracia, en medio de la vorágine del trabajo clínico diario algunos profesionales han perdido (¡o no han nunca adquirido!) la amabilidad de trato que se espera.
las normas de cortesía exigen que a usted le traten amablemente en todo momento
Una vez esbozados estos aspectos preliminares, subrayada la importancia de la privacidad (contexto), de la estructura y pertinencia de la consulta (encuadre) y del trato cortés y amable que se requiere para comenzar, pasemos ahora a describir en qué debe consistir la entrevista psiquiátrica.
La psiquiatría, como cualquier otra especialidad médica, basa su práctica en un correcto interrogatorio (una anamnesis detallada) que permita dilucidar el motivo de consulta, así como la historia de enfermedad del paciente y con ello empezar a discernir las posibles causas o trastornos que lo ocasionan.
No es preciso solamente conocer los síntomas y las quejas del paciente sino, en muchas ocasiones, será imprescindible obtener información de personas que conviven con él/ella o lo/la conocen bien, por ejemplo, sus familiares o un amigo cercano.
Es muy importante que el psiquiatra anote el conjunto de síntomas que el paciente manifiesta tener, su intensidad y duración, y también aquellos síntomas que están ausentes, han mejorado o que el paciente niega tener.
Así mismo, hay que tener muy en cuenta otras condiciones clínicas que pueda padecer y que por tanto son susceptibles de condicionar o interaccionar con nuestro tratamiento. Si existe patología cardíaca, neurológica, endocrina o cualquier otra. También si hay alergias o historia de efectos adversos a medicamentos.
"En psiquiatría no sólo nos importa la situación estrictamente clínica sino toda la vida del paciente en su conjunto"
Es de vital importancia examinar en detalle la historia previa de eficacia o ineficacia a los fármacos que se hayan tomado previamente. Si se suspendieron por efectos adversos, con qué dosis ocurrió, si no fueron eficaces, por cuánto tiempo se intentó que funcionaran, etc.
Huelga decir que, si hay consumo de drogas, tabaco, alcohol, así como si existen otros factores evidentes de riesgo de enfermar, esto debe ser comentado y tenido en cuenta adecuadamente para el diagnóstico y el plan de tratamiento.
Pero fíjese que en psiquiatría no sólo nos importa la situación estrictamente clínica sino toda la vida del paciente en su conjunto. En concreto, son siempre aspectos relevantes su profesión y la ocupación principal que actualmente desempeña el paciente, el horario y los riesgos laborales. También sus ocupaciones de ocio y tiempo libre, sus aficiones. La trayectoria biográfica en cuanto a lugares de residencia, cambios vitales, duelos y pérdidas de personas significativas. Por supuesto, sus responsabilidades familiares, si tiene otras personas a su cargo (como niños, ancianos o personas con discapacidad), si conduce o si se trata de una mujer en edad fértil con deseos y planes de tener hijos o se encuentra dando la lactancia a su bebe.
Toda esta información, que se recoge en la anamnesis detallada en la primera y sucesivas consultas, es clave para poder proponer al paciente un plan de intervención que encaje con sus necesidades tanto clínicas como de su situación personal y que como resultado cuente con altas probabilidades de funcionar y de ser eficaz.
En SAMON psiquiatría contamos con el tiempo y la calma suficientes en la consulta para poder recoger la información necesaria y hacerlo en un ambiente de privacidad y respeto que permite al paciente poderse expresar con comodidad.
Si le interesa saber más sobre este tema, continúe leyendo en el siguiente artículo: ¿Qué hace un psiquiatra en la primera consulta? (II)